7 ventajas de comer castañas

Carmen Reija. Farmacéutica y divulgadora sanitaria

Las castañas se consideran la fruta típica del otoño. En su composición destaca la presencia de hidratos de carbono complejos que aportan al organismo energía de alta calidad. Son versátiles pues pueden consumirse solas o como un ingrediente saludable de diferentes platos. No engordan tanto como crees y resultan muy saludables para el organismo.

25/11/2023

La castaña ha sido el alimento básico de grandes poblaciones en diferentes momentos de la historia. Actualmente se cultiva con éxito en diferentes lugares del mundo. Es el fruto del castaño un árbol de la familia de las fagáceas que los romanos expandieron por Europa. En España se cultiva, fundamentalmente, ...

La castaña ha sido el alimento básico de grandes poblaciones en diferentes momentos de la historia. Actualmente se cultiva con éxito en diferentes lugares del mundo. Es el fruto del castaño un árbol de la familia de las fagáceas que los romanos expandieron por Europa. En España se cultiva, fundamentalmente, la especie denominada Castanea sativa.

Su composición nutricional es similar a la de los cereales, aunque la castaña se considera un fruto seco. Presenta hidratos de carbono que aumentan el nivel de glucosa en la sangre de forma lenta y sostenida, arginina (un aminoácido esencial), fibra con efecto prebiótico, vitaminas (del grupo B, C, A y E) y minerales (manganeso, potasio, fósforo y cobre, especialmente).

Los especialistas señalan que entre sus propiedades fundamentales, asociadas a su composición química, destacaría que:

1-El alto contenido en minerales (especialmente calcio, fósforo y magnesio) mejora la salud ósea y los dientes.

2-Aportan elevadas cantidades de vitaminas B1, B3, B6 y ácido fólico, imprescindibles para el buen funcionamiento del sistema nervioso.

3-Su elevado contenido en fibra mejora la función intestinal y reduce los problemas de estreñimiento.

4-Los minerales que contienen reducen la tensión arterial y los problemas de riñón.

5-Aportan vitamina C que combate los radicales libres, contribuye a la producción de colágeno y mejora la elasticidad y el aspecto de la piel.

6-Se recomiendan especialmente para los niños y los deportistas, por ejemplo, debido a su aporte de hidratos de carbono complejos, que aumentan y mantienen en el tiempo la energía.

7-Su efecto saciante reduce la cantidad de comida ingerida y la necesidad de picar entre horas, por lo que están indicadas en dietas de control de peso.

Pero no todo son ventajas. Muchos consumidores renuncian a comerlas porque les resultan indigestas y les producen gases. Para reducir este problema sería recomendable no comerlas verdes o recién caídas del árbol, dejarlas unos días en un lugar fresco antes de consumirlas, evitar comerlas crudas, cocerlas (en agua con anís, hinojo, cúrcuma o jengibre fresco, por ejemplo), no beber a la vez demasiada agua y masticarlas intensamente antes de tragarlas para que la saliva ayude a su digestión.

Es posible encontrarlas en diferentes puntos de venta y en diferentes presentaciones. Puedes elegirlas frescas, al vacío, en almíbar, peladas y cocidas al natural en lata, secas (debes ponerlas en remojo antes de utilizarlas) y congeladas. También encontrarás productos elaborados con ellas: marrón glacé, mermelada, harina y puré, entre otros.

Si decides comprar castañas frescas, elige las que tengan un aspecto sano, con la piel tersa, sin manchas ni agujeros y que resulten firmes al tacto. Se conservan mejor en un lugar seco y ventilado, sin cubrirlas con plástico (mejor utilizar una cesta, un saco o una tela). No deben conservarse mucho tiempo para evitar que se endurezcan en exceso.

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