Comer de manera saludable es compatible con cocinar en poco tiempo, aunque dedicarle más horas sería lo adecuado según los parámetros que hemos aprendido. La realidad es que, las obligaciones de la vida cotidiana nos superan y vamos excluyendo actividades que consideramos secundarias como cocinar. Es preciso evitar comer habitualmente alimentos ...
Comer de manera saludable es compatible con cocinar en poco tiempo, aunque dedicarle más horas sería lo adecuado según los parámetros que hemos aprendido. La realidad es que, las obligaciones de la vida cotidiana nos superan y vamos excluyendo actividades que consideramos secundarias como cocinar.
Es preciso evitar comer habitualmente alimentos precocinados industriales que no cumplen los requisitos de una alimentación saludable y natural. También es necesario que, aunque no puedas dedicar mucho tiempo a la cocina, disfrutes de la comida con calma y puedas saborearla, masticarla y digerirla para aprovechar todo su potencial.
Es posible cambiar tu alimentación sin tener que dedicar tu vida a cocinar siguiendo unos sencillos consejos entre los que destacarían:
1-Elegir un momento del día para preparar alimentos de manera anticipada. Puedes cocer un caldo de verduras o de carne mientras limpias la casa o ves tu serie favorita o poner las legumbres (lentejas, garbanzos o habas, por ejemplo) cuando te vas a la cama para poder cocerlas por al día siguiente.
2-Guardar los alimentos en raciones individuales. Mantenerlos en la nevera o congelados (en función del alimento de que se trate). Si preparas mucha cantidad y no la consumes en el día, puedes guardar lo que ha sobrado para otro momento o congelarlo para comerlo otro día.
3-Olvidar el mito de que no se puede comer dos días seguidos el mismo alimento. Si cueces una cantidad grande de arroz integral, por ejemplo, puedes comer al mediodía arroz con gambas y verduras y preparar una ensalada de arroz (con el que te haya sobrado) para comerlo al día siguiente.
4-Elaborar ensaladas variadas. Puedes emplear las que ya están preparadas y listas para consumir y añadir arroz, legumbres, frutas, queso, pavo, atún, salmón, frutos secos o tofu para completarlas a nivel nutricional. Es mejor elegir un producto fresco y recién cortado, pero que eso no sea un inconveniente para comer ensalada.
5-Consumir alimentos congelados. Cuando el problema es la falta de tiempo, consumir verduras congeladas, por ejemplo, es una buena opción si te resulta imposible lavarlas y cortarlas. Deben cocinarse directamente congeladas al vapor o en agua hirviendo y saltearlas con los complementos que más te gusten (jamón serrano, atún o pollo, por ejemplo), aliñarlas con aceite de oliva virgen extra o gratinarlas en el horno con queso.
6-Preparar el postre también es sencillo y rápido. La fruta es muy versátil: al natural, con yogur, en un batido o asada al horno son opciones a las que puedes recurrir. Un bizcocho, arroz con leche, frutos secos bañados en chocolate, natillas o flan, puedes prepararlos el fin de semana siguiendo recetas sencillas y te durarán varios días si los conservas de manera correcta.