La Dra. Laura Cuesta, del Servicio de Pediatría del Departamento de Salud de Manises, afirma que se debe acudir al pediatra cuando los tics motores sean invalidantes, es decir, cuando empiecen a ocasionar ...
La Dra. Laura Cuesta, del Servicio de Pediatría del Departamento de Salud de Manises, afirma que se debe acudir al pediatra cuando los tics motores sean invalidantes, es decir, cuando empiecen a ocasionar problemas en el propio niño o su entorno, o cuando se sospeche que existe un trastorno asociado.
Asimismo, la especialista recalca que en la mayoría de los casos estos tics son transitorios y que "se le debe explicar a la familia que se trata de un cuadro que no pone en peligro la vida del niño y que en ocasiones es autolimitado y desaparece con el tiempo".
Causas de los tics
A pesar de que no se conocen las causas de los tics primarios, se cree que hay factores genéticos relacionados con su aparición. Puesto que los tics podrían tener un origen genético, tener antecedentes familiares de tics puede suponer un factor de riesgo y es importante vigilar este aspecto.
A la hora de valorar los tics nerviosos, se debe tener en cuenta factores emocionales como el nerviosismo del niño, su estrés, concentración, tensión o alegría. Por eso, la Dra. Laura Cuesta asegura que "debemos intentar no recriminar al niño ni mostrar preocupación ante la aparición de estos movimientos".
El 99% de los tics suelen aparecer antes de los 15 años, y aunque pueden aparecer en niños de entre 3 y 4 años, la mayoría se manifiestan entre los 5 y 8 años. Además, en líneas generales, tiene una mayor prevalencia en niños que en niñas, siendo la proporción de 3 casos de niños frente a 1 de niñas.
Trastornos derivados de los tics
Los tics se pueden asociar, en algunos casos, con otros trastornos, como el obsesivo compulsivo (TOC), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno negativista desafiante, entre otros.
Entre un 26 % y un 67 % de los casos de niños con tics se asocian con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). "Es por ello que, ante un niño con tics, se deben vigilar signos de alarma que nos hagan sospechar en alguno de estos trastornos", apunta Cuesta.
Tratamiento de los tics en niños
En la mayoría de los niños una correcta información sobre los tics y un seguimiento evolutivo pueden ser suficientes para superarlos.
En aquellos casos invalidantes, se reserva el tratamiento farmacológico que puede llegar a eliminarlos. El abordaje psicológico, realizado con técnicas cognitivo-conductuales, también puede beneficiar al niño, siendo muy importante saber cómo trabajar los tics en menores.
En algunos pacientes otros trastornos asociados, el tratamiento del propio trastorno puede favorecer a mejorar los tics.