Se define hipertrigliceridemia (niveles de triglicéridos altos) como una elevación anormal del nivel de triglicéridos, que es el principal tipo de grasa que se encuentra en la sangre. El rango normal debe situarse por debajo de los 150 mg/dl, ya que los niveles altos se asocian a un mayor riesgo ...
Se define hipertrigliceridemia (niveles de triglicéridos altos) como una elevación anormal del nivel de triglicéridos, que es el principal tipo de grasa que se encuentra en la sangre. El rango normal debe situarse por debajo de los 150 mg/dl, ya que los niveles altos se asocian a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre otros problemas.
Los expertos señalan que para mantener los niveles de triglicéridos en sangre en unas cifras aceptables es fundamental disfrutar de un estilo de vida saludable. Seguir una dieta adecuada, dejar de fumar y hacer ejercicio regularmente (como mínimo de 20 a 30 minutos de ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta, tres veces a la semana), perder peso en caso de obesidad o sobrepeso y controlar la diabetes si está presente. A nivel nutricional sería recomendable:
1-Incorporar al menú diario cinco raciones de frutas y verduras, fuente de fibra y antioxidantes naturales. Las legumbres también resultan adecuadas porque aportan proteínas vegetales, fibra soluble, e hidratos de carbono complejos y son bajas en grasas.
2-Seguir una dieta baja en grasas saturadas, abundantes en productos de origen animal (nata, mantequilla, carnes grasas y los lácteos enteros, entre otros) y en algunos alimentos de origen vegetal (aceite de coco y de palma, por ejemplo, de uso frecuente en la elaboración de repostería y bollería industrial).
3-Consumir alimentos ricos en ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de oliva) y los que presentan ácidos grasos omega-3, como las nueces y los pescados azules (salmón, atún, sardina, caballa, pez espada, arenques y boquerones, entre otros). Existen diferentes productos enriquecidos en omega-3, cuyo consumo debe ser consultado al médico.
4-Elegir aves sin piel, carnes magras, leches y yogures totalmente desnatados y quesos bajos en grasa. También se debe retirar la grasa visible de la carne.
5-Evitar el consumo de productos de bollería industrial y alimentos preparados o precocinados. Es necesario leer con calma las etiquetas para detectar el contenido real de "grasa total" y "grasa saturada".
6-No consumir productos que indican en sus etiquetas "aceites vegetales" sin especificar el tipo utilizado, porque pueden estar elaborados con aceite de coco o de palma, que son grasas saturadas.
7-Evitar los alimentos que presenten "aceites parcialmente hidrogenados" porque pueden referirse a "ácidos grasos trans" que aumentan las concentraciones de triglicéridos y colesterol LDL y disminuyen los niveles de colesterol HDL. Estas grasas trans son frecuentes en patatas fritas, aperitivos, bollería industrial y alimentos congelados precocinados (como empanadillas y croquetas, por ejemplo).
8-Evitar los azúcares simples (presentes en los refrescos, la miel, el azúcar y las bebidas azucaradas, por ejemplo), la fructosa y el alcohol (pequeñas cantidades de alcohol pueden aumentar mucho el nivel de triglicéridos), pues incrementan la síntesis hepática de triglicéridos.