Muchas mujeres tienen la piel grasa, algo que se traduce en forma de dermis con brillo constante y poros dilatados. Es una piel delicada, que si bien tiene tendencia a no arrugarse demasiado, requiere de algunos cuidados específicos. Hoy en esvivir.com te contamos cómo tratarla para que luzca belleza y radiante.

Entender cómo funciona la piel grasa es básico para saber cómo cuidarla adecuadamente. La piel es grasa cuando produce demasiado sebo, cuya función es protegernos de las agresiones externas, pero, en exceso, además de imperfecciones, puede llegar a producirnos picores, malestar y, en algunos casos descamación. La piel grasa tiende a tener un aspecto brillante y una textura más gruesa en comparación con otros tipos de piel.

Por qué tenemos la piel grasa

La producción de sebo está regulada por las glándulas sebáceas, que se encuentran debajo de la superficie de la piel. Varios factores pueden contribuir al exceso de sebo y, por lo tanto, a la piel grasa:

• Genética: La predisposición genética juega un papel importante en la cantidad de sebo que produce tu piel. Si tus padres tienen la piel grasa, es probable que también la tengas.

• Cambios hormonales: Las fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante la adolescencia, el embarazo o el ciclo menstrual, pueden desencadenar un aumento de la producción de sebo.

• Factores ambientales: El clima cálido y húmedo puede estimular las glándulas sebáceas a producir más sebo. Además, la exposición a la contaminación y los productos químicos agresivos puede afectar la salud de la piel y aumentar la producción de sebo.

Consejos para que la piel grasa luzca perfecta

Conseguir una piel grasa bella es más fácil de lo que crees. Eso sí, tienes que seguir una serie de consejos que te ayudarán a controlar el exceso de sebo y sus consecuencias.

• Utiliza productos libres de aceite, ya que podrían aportar grasa a la piel.

• Utiliza fotoprotectores solares de textura no grasa para prevener el daño del sol en la piel y la aparición de marcas.

• No te toques la cara para que la suciedad no se acumule en los poros de la piel.

• Aplica un maquillaje específico, mejor en textura espuma o polvo.

• Cuida la piel desde el interior con nutricosméticos con vitaminas y zinc.

• Limpia tu piel, al menos, dos veces a día, por la mañana y por la noche. Hazlo con un jabón suave y agua tibia. Evita los jabones con fragancias o con ingredientes agresivos que pueden irritar o resecar la piel.

• Evita los exfoliantes con gránulos. El ideal para la piel grasa es el ácido salicílico

• Hidrata la piel con un tratamiento que matice que te permitirá regular la producción de sebo y limitar los brillos al tiempo que evitas la deshidratación.

• Utiliza tratamientos específicos para reducir las imperfecciones localizadas.

• Usa habitualmente un sérum matizador antes de la crema hidratante para potenciar su efecto.

• Aplica una mascarilla una vez a la semana que incluya arcilla, miel, cebada o carbón activo.