Qué es la microbiota de la piel La microbiota de la piel, también conocida como flora cutánea, se refiere a las bacterias, hongos y otros microorganismos que viven en la superficie de la piel humana. Estos microorganismos forman una comunidad compleja y dinámica que puede variar dependiendo de diferentes factores como ...
La microbiota de la piel, también conocida como flora cutánea, se refiere a las bacterias, hongos y otros microorganismos que viven en la superficie de la piel humana. Estos microorganismos forman una comunidad compleja y dinámica que puede variar dependiendo de diferentes factores como pueden ser la edad, la dieta, la genética, el clima, la higiene y la exposición a productos químicos y otros contaminantes.
La microbiota de la piel juega un papel fundamental en la salud y el bienestar de la dermis. Por ejemplo, ayuda a mantener la función de barrera de la piel, protegiéndola de los factores ambientales, regulando la hidratación y la inflamación de la piel, y contribuyendo a la respuesta inmunológica local.
Sin embargo, cuando la microbiota de la piel se ve alterada, por ejemplo debido al uso de ciertos productos de cuidado personal, enfermedades, o el uso de antibióticos, puede producirse una disbiosis, es decir, una alteración del equilibrio de los microorganismos, lo que puede conducir a diversas afecciones de la piel como eczema, acné, rosácea y dermatitis atópica.
La microbiota de la piel se encuentra en la capa superior de la piel, es decir, en la epidermis, así como en la capa inferior de la piel, la dermis. Los microorganismos de la piel se distribuyen en diferentes áreas del cuerpo, como las manos, los pies, la cara, el cuero cabelludo, el torso y las extremidades.
Cada parte del cuerpo tiene una microbiota de piel única, debido a factores como la temperatura, la humedad y el pH de la piel, así como a la exposición a diversos microorganismos ambientales. La diversidad de la microbiota de la piel también varía entre personas, y puede ser influenciada por factores como la edad, el género, la genética, el estilo de vida y la dieta.
Para cuidar correctamente la microbiota o flora cutánea es importante:
Mantener un nivel de hidratación adecuado, reforzando así la barrera cutánea para que cumpla a la perfección con su función de barrera física e inmunológica.
Debemos evitar las limpiezas agresivas. Opta por productos de limpieza suaves y no irritantes que eliminen la suciedad y las impurezas sin eliminar los aceites naturales de la dermis.
Evita el uso de antibióticos ya que pueden matar las bacterias buenas de la piel o alterar la microbiota.
Sigue una alimentación sana y equilibrada. Consume productos ricos en nutrientes especialmente probióticos, prebióticos y antioxidantes.
Evita el uso excesivo de productos de maquillaje. Las bases de maquillaje o los polvos pueden dañar la microbiota de la dermis. Intenta no abusar de ellos y evita los productos con ingredientes agresivos.