El principio KISS (acrónimo de "Keep It Simple, Stupid") es una filosofía, sobre todo aplicada al mundo del diseño, que se basa en la idea de que la mayoría de los problemas se pueden resolver de manera más fácil si se hacen lo más simple posible. Pero, ¿sabías que esta ...
El principio KISS (acrónimo de "Keep It Simple, Stupid") es una filosofía, sobre todo aplicada al mundo del diseño, que se basa en la idea de que la mayoría de los problemas se pueden resolver de manera más fácil si se hacen lo más simple posible. Pero, ¿sabías que esta filosofía se puede aplicar a muchas situaciones en la vida diaria?
Aplicar el principio KISS en tu día a día es mucho más fácil de lo que parece. Por ejemplo, es tan simple como cuando se trata de tomar decisiones, optar por la respuesta más simple en lugar de optar por la opción más complicada. Si te enfrentas a un problema, lo mejor es centrarse en los detalles esenciales y no complicarlo con aspectos irrelevantes que lo único que hacen es complicarte la vida. Cuando tengas que realizar algo, ya sea tomar una decisión o hacer algo físico, se debe hacer de la forma más simple posible para que sea fácil de entender y usar y no nos complique mucho la vida.
Podemos aplicar la filosofía KISS absolutamente a todo a lo que hagamos. Desde lo más complejo a lo más sencillo. Estas son algunas maneras de llevarlo a cabo sin complicarnos la vida.
1. Cuando tengas que tomar decisiones, establece metas realistas. Establece objetivos prácticos y alcanzables, sin sobrecargarte con objetivos imposibles de alcanzar.
2. Simplifica tu vida siempre que puedas. Limpia y ordena tu espacio de trabajo o el lugar donde vives, deshazte de lo que no necesitas para evitar distracciones innecesarias.
3. Aprende a decir NO. No te sientas obligado a complacer a todos. Aprende a decir no a las cosas que no quieres hacer, para no cargar con compromisos innecesarios. La mayoría de las veces, nos complicamos la vida y un simple NO a tiempo lo había arreglado todo.
4. Organízate. Establece una rutina diaria, un calendario de reuniones y/o actividades para evitar confusiones y olvidos.
5. Reduce distracciones. Apaga la televisión, el teléfono y el ordenador cuando no los necesites para evitar distracciones innecesarias. Cuando te pongas a hacer algo y si quieres acabarlo rápido y de forma sencilla, lo mejor es estar concentrado al 100 por 100.
6. Usa tecnología a tu favor. Utiliza herramientas tecnológicas para simplificar tus tareas diarias.
7. Enfócate en lo importante. Prioriza tus tareas diarias para saber qué es lo más relevante y enfocarte en eso.
8. Haz pausas. Trata de tomarte una pausa cada hora para descansar y recargar energías. Este simple gesto puede ayudarte a acabar un trabajo en el menor tiempo posible.
9. No te sacrifiques. Trata de encontrar un equilibrio entre tu vida personal y profesional para evitar el agotamiento.
10. Diviértete. Trata de disfrutar al máximo cada momento, encuentra tiempo para tus hobbies y aficiones.