Las infecciones del tracto urinario (ITUs) en general, y las que afectan a la parte inferior de la vía urinaria en particular (cistitis), son la segunda causa en importancia de las infecciones atendidas en Atención Primaria, después de las respiratorias. Son frecuentes tanto en adultos como en niños y ocurre ...
Las infecciones del tracto urinario (ITUs) en general, y las que afectan a la parte inferior de la vía urinaria en particular (cistitis), son la segunda causa en importancia de las infecciones atendidas en Atención Primaria, después de las respiratorias. Son frecuentes tanto en adultos como en niños y ocurre cuando algunas bacterias patógenas, generalmente la E. coli (Escherichia coli), que se encuentra en nuestro intestino, coloniza la piel que rodea la uretra y a través de esta accede a la vejiga urinaria e incluso a los riñones.
El cambio de hábitos y la mayor exposición al frío, que puede conllevar una mayor necesidad de ir al baño y multiplicar las posibilidades de infección, suponen un aumento de este tipo de afecciones en invierno. Así, los síntomas de las infecciones urinarias en los más pequeños son muy variados, desde mojar la cama o tener dolor al orinar hasta fiebre, falta de apetito o vómitos, entre otros.
Las ITUs son más frecuentes en niñas, debido a que su uretra es más corta y favorece la transmisión de bacterias desde el exterior hacia el tracto urinario. Además, la distancia entre el orificio de salida de la uretra, la entrada de la vagina y el orificio de salida del intestino es muy corta y esto facilita que entren bacterias intestinales a la uretra.
"Hasta un 30% de los niños que han sufrido un primer episodio de infección urinaria no complicada (tipo cistitis), volverán a presentar un nuevo episodio", explica Ana Ortiz, gerente del área de salud de Farmasierra. Por esta razón, "la recurrencia, se torna así, en un problema de dimensiones epidemiológicas, sanitarias y sociales, que hará que niños y padres busquen asistencia en pediatras de forma frecuente y reiterada, además de verse expuestos a la administración de tratamientos antibióticos durante cada episodio de infección"
El frío sensibiliza las terminaciones nerviosas de los riñones y la vejiga. Este proceso de sensibilización también significa que la vejiga y los riñones son más vulnerables a las infecciones.
Prevenir la cistitis en los niños es posible siguiendo una serie de hábitos esenciales para contribuir al bienestar de los más pequeños:
Lo más importante de todo es que seas consciente de qué puedes hacer, qué precauciones y comportamientos adoptar para intentar que estos episodios, en muchos niños recurrentes, se presenten el menor número de veces.