El kumquat es pequeño, ovalado y de color anaranjado. Pero a diferencia de la naranja su piel no es rugosa ni gruesa y sí es comestible. Está incluida dentro de la familia de los cítricos, es originaria de China y su peso es ligero. Su sabor se podría decir que ...
El kumquat es pequeño, ovalado y de color anaranjado. Pero a diferencia de la naranja su piel no es rugosa ni gruesa y sí es comestible. Está incluida dentro de la familia de los cítricos, es originaria de China y su peso es ligero. Su sabor se podría decir que invita al contraste, ya que su pulpa es amarga, mientras que su monda es dulce. En cuanto a valores nutricionales destaca por su aporte de vitamina C, por ser rico en fibra y por contener minerales como el potasio y el magnesio. Estamos ante un fruto con efecto antioxidante, que favorece el tránsito intestinal y que llama la atención por su poder saciante. Además, es beneficioso para "reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares" y es aconsejable su consumo "en caso de anemia ferropénica acompañando a los alimentos ricos en hierro o a los suplementos de este mineral ya que esto acelera la recuperación" y para aquellas personas que padecen diabetes, según indican en frutas.consumer.es. Otra de las propiedades que se le atribuyen es la de "antiséptico natural", puesto que es capaz de minimizar "la posibilidad de que aparezca o surja una infección", tal y como exponen desde hogarmania.com.
Una vez adquirido en el supermercado o en grandes superficies comerciales, su periodo de consumo a temperatura ambiente no debe exceder la semana porque no tiene tanto aguante como una naranja. Aunque si se guarda en el frigorífico se puede prolongar un poco más su conservación, apuntan desde frutas.consumer.es. Antes de comerla conviene fijarse en que la fruta esté madura, que esté libre de imperfecciones y de manchas, procura lavarla bien y secarla antes de comerla. Puedes tomarla así o quitarle las semillas de dentro. Si te resulta muy ácida, opta sólo por comer la parte externa.
Este ejemplar dará mucho juego en tu cocina porque podrás preparar mermeladas o prepararlos en almíbar como si fuesen melocotones o piñas, incorporarlo en ensaladas y salsas y hasta puede ser un ingrediente a tener en cuenta en tus recetas de bizcochos, galletas y pan. No descartes añadirlo a tus platos principales de carne o pescado. Va bien con zumos, sorbetes, helados, chocolates y como acompañamiento de tus yogures.
FOTO PRINCIPAL.: Photo by Polina Kovaleva.