Estas manchas, también conocidas como nevus se tratan de tumores benignos que surgen "del acúmulo de las células que dan color a la piel" y que llevan por nombre melanocitos, tal y como explican en la página web de la Fundación Piel Sana. Algunos de ellos vienen de serie, ya que nacemos con ellos, otros van apareciendo a lo largo de nuestra vida en diferentes partes de nuestro cuerpo. La gran mayoría de los mismos "aparecen antes de los 20 años", confiesan desde el organismo. Recientemente, se conmemoró el Día Mundial del Melanoma (23 de mayo) y los expertos no han querido desaprovechar la oportunidad de incidir en la importancia de acudir al dermatólogo para que realice una exploración exhaustiva de la piel como medida de prevención, así como animar a los consumidores a realizarse una autoexploración de sus lunares. En la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) se han hecho eco de los datos del informe de Euromelanoma y la la encuesta elaborada por la Coalición Global para la Defensa del Paciente con Melanoma en los que se expone que debido a la pandemia "una quinta parte (un 21%) de los melanomas no se han diagnosticado en 2020". Otro de los aspectos que señalan es que "durante el periodo de confinamiento, en España se redujeron en un 40% los tumores intervenidos y aumentó el número de tumores gruesos de piel, tipo melanoma y no melanoma".

Los lunares no permanecen inalterables al paso del tiempo, puesto que "debido a la exposición solar y durante la pubertad y el embarazo pueden aumentar de tamaño, número o de pigmentación". Para poder protegerlos de los rayos solares cuando vamos a la playa o realizamos un paseo o practicamos deporte al aire libre, es conveniente utilizar protección solar, sombreros o gorras, y si es necesario, camisetas y gafas de sol. En riojasalud.es aconsejan prestar especial atención a los más pequeños de la casa, sobre todo a "aquellos que tienen la piel clara, pecas u ojos claros, que son rubios o pelirrojos". Se debe aplicar crema fotoprotectora de forma periódica.

A la hora de acudir a la consulta, el especialista lo que hace es "evaluar el tipo de piel que tiene, el fototipo, si ha tenido quemaduras solares en la infancia, si en su familia ha habido antecedentes de lunares problemáticos o si él mismo ha tenido un lunar que haya necesitado ser entripado", apunta la Dra. Olivia López Barrantes, de la Consulta de Dermatología Dr. López Barrantes en el vídeo de Top Doctors España. Tras el primer contacto previo viene la exploración con el dermatoscopia y "se le pregunta al paciente por lesiones más ocultas". En ocasiones lo que se lleva a cabo es una dermatoscopia digital. A diferencia de la anterior, lo que se hace es "registrar las imágenes de cada lunar en el ordenador" y esta práctica se realiza en "personas con elevado riesgo de desarrollar melanoma".

En lo que respecta a las autoexploraciones se debe aplicar la regla del ABCDE de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), que consiste en detectar la Asimetría, los Bordes irregulares, los cambios de Color, fijarse en el Diámetro para comprobar que no sea superior a 6 mm, y por último ver cómo es esa Evolución para ver sí ha cambiado mucho en forma, aspecto y color desde la última vez que hiciste la autoevaluación. Además, existe una aplicación llamada eDerma, disponible para Android e iOS, con la que podrás hacer fotografías de tu cuerpo en las que existan lunares o lesiones cutáneas, pudiendo almacenarlas y poder hacer un seguimiento de ellas. Asimismo, le resultará útil a tu especialista, ya que podrá ver esa evolución.Está herramienta está avalada por la Fundación Piel Sana de la AEDV.

FOTO PRINCIPAL.: Photo by Karolina Grabowska.