Anhedonia musical, cuando al escuchar música no se siente nada

Merce Rey

Las personas que lo sufren no son capaces de disfrutar de la melodía que está sonando, independiente de su género, estilo, ritmo o idioma.

18/04/2022

La música nos acompaña a lo largo de nuestra vida y nos genera todo tipo de sentimientos y emociones. Cuando realizamos actividades como la limpieza del hogar, salir a correr o practicar ejercicio en el gimnasio, nos hace compañía, así como cuando tenemos que desplazarnos en coche hasta algún lugar. ...

La música nos acompaña a lo largo de nuestra vida y nos genera todo tipo de sentimientos y emociones. Cuando realizamos actividades como la limpieza del hogar, salir a correr o practicar ejercicio en el gimnasio, nos hace compañía, así como cuando tenemos que desplazarnos en coche hasta algún lugar. Cuando estamos tristes o estresados, nos levanta el ánimo y también nos ayuda a procesar los malos momentos. Se podría decir que desde que nacemos hasta que morimos podríamos tener una canción asociada a cada etapa. Además, gracias a ella ejercitamos nuestra memoria al cantar la letra de la canción que está sonado y es beneficiosa para motivarse, ya que, en las clases de zumba, body step, combat, entre otras, tenemos la música puesta de fondo y esto hace que sigamos el entrenamiento con más ganas. Sin embargo, un porcentaje pequeño de personas, concretamente, "entre un 3 y un 5% de la población sana no experimenta sensaciones placenteras en respuesta a ningún tipo de música", según apuntan los investigadores del Grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral de la Universidad de Barcelona y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL).

En el estudio participaron más de 40 individuos, divididos en tres grupos, que fueron sometidos a una prueba en la que tenían que escuchar diferentes melodías e indicar que sensación placentera le proporcionaba puntuando en una escala del 1 al 4. Asimismo, con el fin de "controlar la respuesta cerebral ante otros tipos de recompensas, los participantes también tenían que jugar en una actividad de apuestas monetarias en que podían ganar o perder dinero real". Los resultados obtenidos con la muestra sirvieron para comprobar como "la disminución de respuesta placentera ante la música de los participantes con anhedonia musical está relacionada con una reducción en la actividad del núcleo accumbens, una estructura subcortical clave del sistema de recompensa". Sin embargo, en el caso de ganar dinero la respuesta fue diferente. Según explica Noèlia Martínez Molina, autora principal del estudio, "las personas anhedónicas no tienen problemas para percibir y procesar correctamente la información contenida en una melodía (como intervalos o ritmos) y presentan una respuesta de placer normal frente a otro tipo de estímulos agradables (por ejemplo, ganar dinero en un juego), pero no disfrutan de los estímulos musicales)".

Por otra parte, años después de este informe, en 2019 los científicos del Grupo de Investigación en Cognición y Plasticidad Cerebral del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona (UB) y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (UB-IDIBELL) realizaron una nueva investigación para comprobar "si la sensibilidad a la música se veía determinada por cómo se conectan las áreas de procesamiento perceptivo y las áreas del circuito de recompensa". En esta ocasión, 38 personas tuvieron que escuchar fragmentos musicales y valorarlos, y realizar apuestas monetarias para comprobar su reacción. Este informe pone de manifiesto que "el hecho de que ninguno de los participantes mostrara una puntuación baja en las escalas de recompensa general es una demostración de que las diferencias individuales en el procesamiento de la recompensa estaban restringidas al dominio musical y no afectaban a otros estímulos".

Por su parte, Josep Marco Pallarés, investigador de la UB y líder del estudio, señala que la anhedonia musical se produce "en población sana, sin ningún tipo de patología" y que padecer este fenómeno no tiene por qué afectar a otros "estímulos placenteros (como la comida, o las recompensas monetarias) …".

Tras hacer las pruebas pertinentes, Pallarés, manifiesta que "no podemos limitarnos a estudiar solo la red de recompensa, sino que necesitamos conocer cómo acceden los diferentes estímulos a ese sistema de recompensa. Ello podría ser clave para entender por qué hay anhedonias específicas respecto a un determinado estímulo como la música, pero no respecto al resto de estímulos, como el juego o los alimentos,...".

FOTO PRINCIPAL.: Foto de Sound On en Pexels.

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