Según la consultoría estratégica de gestión Kearney, con sede en varios países en todo el mundo, en el año 2040 la cuota de mercado de la carne in vitro puede llegar al 35% del total. La carne in vitro es carne cultivada en laboratorio mediante células animales y replicada para ...
Según la consultoría estratégica de gestión Kearney, con sede en varios países en todo el mundo, en el año 2040 la cuota de mercado de la carne in vitro puede llegar al 35% del total. La carne in vitro es carne cultivada en laboratorio mediante células animales y replicada para conseguir el tipo de producto deseado, es la misma técnica médica que se aplica para la medicina regenerativa, como los injertos.
El gráfico muestra como el valor de las ventas de carne aumentará siguiendo la tendencia alcista que tiene actualmente el consumo de carne. En el año 1950 se consumían 45 millones de toneladas de carne anuales, esta cifra se sitúa ahora en los 300 millones y se espera que en el 2050 alcance los 600 millones de toneladas.
El aumento en el consumo de carne está vinculado con el crecimiento económico de países en vías de desarrollo: a medida que se incrementa el poder adquisitivo de estos lugares, se incrementa la clase media, es decir, personas con más recursos pueden comprar más cosas. La carne, considerada antiguamente como un alimento excepcional en la dieta de muchas personas del mundo, se convierte en un alimento habitual.
El estudio realizado por Kearney afirma que el consumo de carne tradicional desciende desde el 2025. Es, de hecho, un proceso que ya ha comenzado en muchos países del mundo ya sea por motivos de salud, de respeto al medioambiente o por cuestiones ideológicas.
La industria cárnica es una de las más contaminantes y devastadora de entornos naturales del planeta y, en muchas ocasiones, las empresas cárnicas a gran escala mantienen a los animales en muy malas condiciones.
A falta de experimentación y verificación de la carne in vitro comercializada a gran escala, los sustitutivos de la carne hechos a partir de proteínas vegetales se han establecido como una alternativa. En un futuro el consumo de este tipo de alimentos aumenta de forma paulatina, pero acaba descendiendo por la carne in vitro.
La carne tradicional, la que comemos hoy en día, generaría una cuota de venta del 40% respecto a los sustitutos de la carne derivada de vegetales y de la carne in vitro. La carne in vitro tendría un mercado del 35%, una cifra optimista teniendo en cuenta de que aún se encuentra en fase de desarrollo y experimentación.