La albahaca es originaria de la India y se emplea desde antiguo en la medicina ayurvédica. Llegó a Europa hace mucho tiempo y, ya en la antigua Roma, se utilizaba para aliviar los gases. Tradicionalmente se planta en macetas de balcones y ventanas, pues se considera eficaz como repelente de ...
La albahaca es originaria de la India y se emplea desde antiguo en la medicina ayurvédica. Llegó a Europa hace mucho tiempo y, ya en la antigua Roma, se utilizaba para aliviar los gases. Tradicionalmente se planta en macetas de balcones y ventanas, pues se considera eficaz como repelente de insectos.
La albahaca se conoce también como basílico o hierba real y se denomina botánicamente Ocimum basilicum. Es una planta herbácea anual y vivaz. En varios países tropicales se cultiva para la venta de manera habitual y, en España y la cuenca mediterránea, abunda su cultivo en jardines y macetas. Estas macetas de albahaca fresca se colocan en las ventanas para proteger los hogares de la entrada de indeseables insectos.
Esta planta no alcanza una gran altura, es frondosa, las hojas son de color verde claro, las flores son pequeñas, blancas o rosadas y florece en verano. La planta al completo resulta muy aromática.
En su composición química destacaría la presencia de alcanfor, estragol, linalol, cineol, eugenol, lineol, flavonoides y saponósidos. Sus hojas son ricas en taninos.
Se le atribuyen propiedades antiespasmódicas, aperitivas, digestivas, carminativas y como antiséptico intestinal. Se usa fresca en la cocina, seca en forma de infusión y en compresas, lociones, champús y como aceite esencial, para uso externo.
Entre los beneficios que se atribuyen al consumo frecuente de infusiones de albahaca destacaría que:
1-Mejora el sistema respiratorio. Se considera que suaviza la garganta en personas que presentan tos espasmódica e irritativa.
2-Puede prevenir la aparición de infecciones bucales.
3-Estimula la función renal. Se considera diurética, pues reduce la retención de líquidos y aumenta la oliguria.
4-Mejora la salud digestiva. Alivia las náuseas y el mal sabor de boca. Favorece la digestión, disminuyendo los gases, la pesadez abdominal y los calambres gastrointestinales que acompañan frecuentemente a la dispepsia.
5-Se cree que estimula la producción de leche materna, aunque no debe abusarse de su consumo.
6-Podría aliviar los dolores de cabeza, especialmente los asociados a problemas digestivos o hepáticos.
7-Reduce el dolor causado por los espasmos frecuentes en la menstruación.
8-Se considera ligeramente sedante, por lo que resulta adecuada para calmar la tensión nerviosa y la irritabilidad.
9-A nivel externo se emplea como analgésico, cicatrizante, antiséptico, para tratar dolores artríticos y musculares, contracturas, heridas leves, granos, eccemas y forúnculos. También forma parte de la composición de lociones y champús empleados para fortalecer el cabello.
10-El aceite esencial de albahaca se considera relajante muscular y se dispone sobre áreas tensas y contracturadas (cervicales, cuello, nuca o espalda, por ejemplo). Se suele combinar con otros aceites esenciales (como romero y aceite de almendras dulces, entre otros) y se aplica en forma de masaje suave, dos veces al día. El aceite esencial jamás debe ingerirse.