A simple vista puede parecer una manía, pero realmente lo que le está sucediendo es que presenta cierta intolerancia a los ruidos de su alrededor y, según avanzan desde la página web de Gaes, "el tipo de sonido que desencadena la reacción es específico de cada individuo y puede (aparentemente) ...
A simple vista puede parecer una manía, pero realmente lo que le está sucediendo es que presenta cierta intolerancia a los ruidos de su alrededor y, según avanzan desde la página web de Gaes, "el tipo de sonido que desencadena la reacción es específico de cada individuo y puede (aparentemente) desencadenar reacciones injustificadas de ira, ansiedad o incluso pánico". Los pacientes suelen mostrarse reacios a sonidos que producen otros individuos que están a su lado. Por ejemplo, si se ponen a sorber una bebida, a toser o a estornudar, incluso si estos llegan a roncar o hablar en un tono alto, o puede estar relacionado con un sonido externo, como pueden ser los pitidos de coches, el sonido que provoca el funcionamiento de un determinado aparato o el de una puerta mal cerrada, etc. Desde la firma señalan que su origen puede deberse a un "trastorno neurológico derivado de la experiencia negativa, ocurrida en la infancia, a un sonido específico".
Aunque todos estamos expuestos a los mismos ruidos, "la mayoría de personas se han habituado" y otros simplemente "no prestan demasiada atención porque no son significativos", manifiestan desde MAPFRE. El paciente que sufre este trastorno suele mostrarse cabreado, molesto e irascible, llegando a generarle ataques de ira, ansiedad y estrés, hasta el punto de aislarse y refugiarse para no tener que enfrentarse a estos sonidos que le incomodan.
En cuanto a tratamientos, no existe ninguno en estos momentos. Pero sí que hay maneras de paliar sus efectos. Una de ellas puede ser la de buscar ayuda en las técnicas de relajación, practicar ejercicio o acudir a terapia para exteriorizar lo que nos preocupa y encontrar un apoyo. También sería beneficioso evitar en la medida de lo posible dichos ruidos o utilizar medidas de protección. Es el caso de auriculares, cascos o tapones. La música también podría ser una vía de escape para evadirnos de aquello que nos molesta o incomoda.
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