El anís verde Pimpinella anisum es originario del Mediterráneo oriental, rico en carbohidratos, proteínas, vitaminas (A, C y del grupo B), minerales (calcio, fósforo, zinc, magnesio y potasio) y fibra. Las vitaminas mejoran la salud ocular, favorecen la retención del hierro y permiten al cuerpo aprovechar la energía que aportan ...
El anís verde Pimpinella anisum es originario del Mediterráneo oriental, rico en carbohidratos, proteínas, vitaminas (A, C y del grupo B), minerales (calcio, fósforo, zinc, magnesio y potasio) y fibra. Las vitaminas mejoran la salud ocular, favorecen la retención del hierro y permiten al cuerpo aprovechar la energía que aportan los nutrientes ingeridos. Los minerales mejoran el rendimiento muscular y refuerzan los huesos.
Durante muchos siglos el anís verde se empleó con fines medicinales. Del anís verde se obtiene la bebida de anís, un aguardiente que se utiliza para elaborar postres o como digestivo tras una comida. También se usa en productos cosméticos y de perfumería, pudiendo encontrarlo como extracto seco y aceite esencial en puntos especializados. Puede ser confundido con el anís estrellado, aunque son plantas con diferentes propiedades.
El anís estrellado, Illicium verum es originario de China y Vietnam y tiene unas propiedades similares al anís verde. Destaca su capacidad digestiva y para reducir los gases intestinales, por lo que una infusión de anís estrellado mejora la salud abdominal. Se considera diurético, expectorante, analgésico, antimicrobiano, reductor de molestias respiratorias, un buen antioxidante y rico en minerales (calcio, hierro, cobre, potasio, manganeso, zinc y magnesio).
La parte más utilizada del anís es la semilla, siendo posible consumirla en forma de té, agregándolas en las comidas, en polvo o en cápsulas, siempre bajo prescripción médica. También puede utilizarse en forma de aceite esencial.
Se puede emplear de varias maneras:
1-Infusión de anís solo o combinado con otras plantas como la manzanilla para mejorar las digestiones y los problemas estomacales. Lo más recomendable es elaborar la infusión directamente a partir de las semillas, pero también puedes encontrarlo en bolsitas ya preparadas.
2. En recetas dulces (como pasteles, bizcochos y galletas) o saladas (como panes y con pescados y mariscos).
3. En forma de aceite esencial de anís verde es muy utilizado en aromaterapia para la regulación de las hormonas femeninas y para reducir los cólicos menstruales. Además, alivia los síntomas de la menopausia, la tos, como relajante muscular y calmante.
De manera general, no suele presentar efectos secundarios si se administra en cantidad adecuada. Es posible que se presenten náuseas, vómitos y reacciones alérgicas cuando se consume en exceso.
No todo es positivo; también existen contraindicaciones que debes tener en cuenta. No se recomienda a mujeres embarazadas, en período de lactancia, a niños menores de 12 años y en personas con bajos niveles de hierro o que estén siendo suplementados con hierro, ya que puede afectar a su absorción. Algunos estudios señalan que el aceite esencial de anís puede estimular la aparición de ataques epilépticos en personas que padecen epilepsia. Consulta a tu médico.