La cucharita no es únicamente aquel utensilio que utilizas en el desayuno cada mañana para remover el azúcar en tu café. Se trata de una postura que utilizan las parejas para dormir una vez han practicado sexo.

Ahora bien, aunque estés habituada a hacer la cucharita con tu pareja, puede que no sepas que existen diferentes alternativas a la hora de hacerlo ni todos los beneficios que conlleva. Desde aquí queremos sacarte de dudas y te vamos a proporcionar toda la información que necesitas al respecto.

Beneficios de la cucharita

Con la cucharita sentimos el contacto del ser amado y nos sentimos queridos y reconformados. Hablamos de una postura para dormir, sí, pero también sirve para estimular el punto G, dar sensación de protección y olvidarse un poco de la vergüenza si se trata de vuestras primeras relaciones sexuales.

• Sentirse más próximos el uno del otro. Tal y como señalan los especialistas, la cucharita une y es que no hay nada mejor para sentirse más cerca del otro que abrazarlo durante unos minutos.
• Se liberan hormonas. Curiosamente, la respiración de la pareja tiende a sincronizarse, haciendo que la pareja se relaje y libere oxicotina, una hormona relacionada con la excitación. Este contacto físico, además, disminuye la presión arterial y permite que el sistema nervioso y el cuerpo se relajen.
• Jugar es la clave. Existen diferentes posiciones para cucharear, sólo hay que probar para saber qué postura es la que más os interesa. La cuchara pequeña, por ejemplo, se basa en la persona más pequeña, que suele ser la mujer. La cuchara grande, por su parte, suele asociarse al amante dominante, que suele ser el compañero más grande o masculino. A pesar de todo, estos roles no tienen que ser siempre los definitivos y la cuchara grande puede disfrutar también al convertirse en cuchara pequeña. También podéis experimentar otras posturas además de la clásica. Por ejemplo, es posible hacerse una bolita y cucharear. Para hacerlo posible, la cuchara grande estará de costado, mientras que la cuchara pequeña se pondrá en posición fetal. En esa postura, la cuchara grande abrazará a la pequeña.

Cucharear se ha convertido en todo un arte, aunque hay que prestar atención a algunos detalles importantes cómo la manera de hacerlo o cuándo conviene realizarlo. Se suele pensar que el acto sexual consiste en la penetración, pero un abrazo puede ser la clave para rozar piel con piel y expresar así amor y protección.

Eso no quita que a veces la cucharita resulte incómoda. Cuando sentimos calor o llevamos mucho tiempo en la misma postura, experimentando una sensación de hormigueo o entumecimiento, podemos cambiar el papel o emplear algunos soportes para evitar estas molestias, como las rodillas o la almohada.