Este método, eficaz y fácil de llevarlo a cabo, fomenta el bienestar y la salud de los niños prematuros y los recién nacidos. A la vez que promueve y afianza la relación entre los padres y el pequeño. En el caso de la madre también contribuye, y mucho, a generar ...
Este método, eficaz y fácil de llevarlo a cabo, fomenta el bienestar y la salud de los niños prematuros y los recién nacidos. A la vez que promueve y afianza la relación entre los padres y el pequeño. En el caso de la madre también contribuye, y mucho, a generar endorfinas tanto en su cerebro como en el del bebé, generando una placentera sensación de calma.
Aparte de todo lo anterior, diversos estudios han demostrado que, gracias al método de "madre canguro", el bebé, al estar en contacto directo con la piel de su madre, aprende a regular mejor su temperatura, además de que con dicha postura se facilita la lactancia materna. Otro aspecto a tener en cuenta es la participación activa de los padres en el cuidado de su hijo, en aspectos de vital importancia como la protección, la alimentación, diversos estímulos, etc.
Además de las grandes ventajas que supone poner en práctica el Método Madre Canguro (MMC), vamos a enumerar otra serie de beneficios que hay que tener en cuenta:
1. Desarollo psicomotor: Es una de las principales mejorías que el bebé experimenta, además de que disminuye los posibles trastornos de la respiración y mejora su sistema inmunitario.
2. Beneficios emocionales: Al encontrar un lugar seguro en el pecho de su madre, el bebé se sentirá seguro, tranquilo y con alimento. A la vez que favorece el vínculo emocional del niño con su madre o su padre, lo que redundará positivamente en su posterior desarrollo.
3. Ayuda a favorecer la lactancia materna: Mantener al bebé cerca va a favorecer que el pequeño busque cómo alimentarse, de tal manera que este contacto precoz permitirá el inicio de la lactancia materna.
4. Beneficios neurológicos: Como el pequeño está casi en permanente contacto con su madre va a regular mejor el estrés y le ayudará a adaptarse más rápidamente a los estímulos externos. Contribuyendo, asimismo, a la mejora de sus respuestas adaptativas.
5. Ayuda a mejorar sus constantes vitales: El contacto permanente con el cuerpo de sus padres va a permitir al recién nacido regular mejor su temperatura corporal y fisiología. Sobre todo, porque estabilizan su frecuencia cardiaca y los niveles de oxígeno en sangre mejoran.