Su belleza puede verse eclipsada por la espectacularidad de Praga. Sin embargo, Karlovy Vary se ha hecho un hueco en las ciudades imprescindibles de visitar en Europa por derecho propio. Por ser una de las ciudades balneario más bonita, por su espectacular arquitectura y por su famoso Festival de Cine.

Ciudad Termal

Karlovy Vary es una ciudad termal en cuyas calles manan 13 fuentes medicinales, cada una con una temperatura y unas propiedades curativas diferentes. O eso dicen. Para comprobarlo, deberás hacerte con una de las típicas jarritas de porcelana en forma de pipa que venden por las tiendas de la ciudad y empezar a probar cada una de sus aguas. Su temperatura oscila entre los 30ºC y los 72ºC, con un sabor poco agradable, pero aseguran puede curarte desde dolencias del aparato digestivo a trastornos del metabolismo.

Fundada por el emperador Carlos IV, cuenta la leyenda que uno de sus perros fue quien descubrió una fuente termal con propiedades curativas. Con el tiempo, decidió construir allí mismo un pabellón de caza y, posteriormente, una ciudad a la que le dio su nombre.

Arquitectura encantadora

Situada en un valle, rodeada de montañas y con el río Tepla discurriendo por el centro de la ciudad, Karlovy Vary es encantadora. Destaca la arquitectura barroca, art noveau y neoclásica de sus coloridos edificios. Con varias columnatas que albergan algunas de las fuentes termales que recorren la ciudad paralelas al río.

La Columnata del Molino es la más grande y antigua de Karlovy Vary. De estilo neo renacentista, en su balaustrada se encuentran doce personajes alegóricos que representan los doce meses del año. La Columnata del Mercado es de madera y en ella se encuentra la fuente descubierta por Carlos IV. La Columnata del Parque está construida en hierro fundida, mientras que la Columnata de la Fuente Termal es una moderna construcción en la que se ubica el géiser Pramen Vridio, que alcanza los 12 metros de altura.

Pero más allá de sus maravillosas columnatas que invitan a pasear, en Karlovy Vary también destaca la arquitectura del exclusivo Gran Hotel Pupp, la iglesia ortodoxa de Pedro y Pablo y la Torre de Diana, desde donde se obtienen las mejores vistas de la ciudad.

Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary

Es uno de los festivales de cine más antiguos del mundo. Fundado en 1946, se celebra cada año en el mes de julio y sus galardones son el Globo de Cristal. Este año cumple su 55ª edición como uno de los festivales más prestigiosos de Centroeuropa. Si la pandemia lo permite, sería una buena ocasión para conocer esta bonita ciudad y descubrir el ambiente glamuroso de las estrellas de cine que acuden cada año a esta cita internacional. No te defraudará.