Luna, nace como frasco de Culto

Un frasco de una vibrante intensidad que se nutre de la historia de la casa Nina Ricci. Digna heredera de Fille d’Eve, reinterpretación contemporánea del frasco diseñado por la Casa Lalique en 1952. Una manzana magnética, de reflejos azulados y nocturnos. Una cinta de cuero ciñe con delicadeza el cuello, mientras que dos hojas doradas, trémulas e invitadoras, anuncian bellas promesas. Posee el misterio de un sueño iniciático. Un frasco dedicado a Luna, sus enigmas, su juventud, su impaciencia. El color de sus deseos. Junto con Nina.

Manzana de Amor 

Nina es una fragancia luminosa, chispeante y sensual, creada por el Maestro perfumista Olivier Cresp. La delicia de las jóvenes desde 2006, una historia de amor que dura ya 10 años. Y encuentra en Luna su amiga inseparable.

Apuesta por un acorde de manzana de amor. Es una fragancia floral, afrutada y golosa. Las notas de salida explotan en una espiral de cítricos. El limón de Calabria y la lima de Caipirinha se funden en un abrazo de frescor. El corazón nos muestra su doble faceta. La gardenia untuosa se envuelve en un velo delicioso de manzana de amor.  Acto seguido, es la madera de cedro la que envuelve a los acariciantes almizcles blancos. Exsd de una gran sensualidad delicada y radiante.

Nina, es ya un frasco de culto 

Una manzana de dulzura tentadora que extrae su inspiración de la historia de la casa Nina Ricci. Digna heredera de Fille d’Eve, reinterpretación contemporánea del frasco diseñado por la Casa Lalique en 1952. Una manzana irresistible de rubor transparente. Tres hojas plateadas realzan las curvas engañosamente ingenuas y encarnan la promesa de devorar la vida. Posee el exquisito encanto del paraíso encontrado. Un frasco hecho para Nina, sus delicias, su juventud, su impaciencia. El color de sus sueños. De la mano con Luna.

Para Nina y Luna, estas dos fragancias tan especiales, Les Belles de Nina, Gordon von Steiner crea una aventura cinematográfica interpretada por las inseparables Frida Gustavsson y Jac Jagaciak.

Nina, Luna. Luna, Nina. La amistad, instintiva, plena, indestructible. ¿Cuál de las dos arrastrará a la otra? Nadie lo sabe, ni siquiera ellas mismas. Tejen sus deseos, se susurran palabras que les pertenecen solo a ellas y sueñan con otros lugares. Crecer, pero sin dejar de reír. 

La protagonista de Luna: JAC JAGACIAK

Se lanza a la aventura gracias a Frida, su mejor amiga. Una tiene el pelo castaño y los ojos azul verdosos, la otra es rubia de ojos azul grisáceos, las dos son inseparables. Dos chicas hechas la una para la otra, con unas diferencias que se complementan a la perfección. Una amistad que se inicia al margen de las pasarelas, en plena adolescencia, y que se mantiene férrea. Jac y Frida viven al unísono una vida plasmada en Instagram y llegan incluso a unir sus nombres: #Frigaciak sella su amistad. Al final del cuento, Jac será Luna. Misteriosa. Decidida. Impetuosa. Sensual. Casi mujer. Esto no es un sueño. En Nina, encuentra a su aliada, su reflejo en el espejo. Un vínculo instintivo, fuerte, auténtico.

La protagonista de Nina: FRIDA GUSTAVSSON

Vive la aventura junto a Jac, su mejor amiga. Una tiene el pelo rubio y los ojos azul grisáceos, la otra tiene el pelo castaño y los ojos azul verdosos, las dos son inseparables. Dos chicas hechas la una para la otra, con unas diferencias que se complementan a la perfección. Una amistad que se inicia al margen de las pasarelas, en plena adolescencia, y que se mantiene férrea. Frida y Jac viven al unísono una vida plasmada en Instagram y llegan incluso a unir sus nombres: #Frigaciak sella su amistad. Al final del cuento, Frida será Nina. Radiante. Chispeante. Engañosamente ingenua. Sensual. Mujer en ciernes. Esto no es un sueño. En Luna, encuentra a su aliada, su reflejo en el espejo. Un vínculo instintivo, fuerte y auténtico.