Victoria Carmona
La ciudad de Parla, al sur de Madrid, acoge uno de los pocos museos dedicados al Bonsái de España; dónde seguro que toda la familia disfrutará de un paseo agradable y diferente y conocerá de cerca este milenario arte japonés.
Al sur de Madrid, en Parla, encontramos un rincón único, conocido por pocos, que nos brinda la oportunidad de disfrutar de cerca el arte del bonsái. Una superficie de más de 400 metros cuadrados dedicados al paseo y al deleite, en un entorno repleto de vegetación y buenas vibraciones Cuando entramos, lo ...
Al sur de Madrid, en Parla, encontramos un rincón único, conocido por pocos, que nos brinda la oportunidad de disfrutar de cerca el arte del bonsái. Una superficie de más de 400 metros cuadrados dedicados al paseo y al deleite, en un entorno repleto de vegetación y buenas vibraciones
Cuando entramos, lo primero que nos sorprende es como en medio de la ruidosa ciudad, encontramos un espacio silencioso y muy agradable a la vista, al olfato e incluso al tacto. Y caminando por los diferentes espacios, vamos recorriendo senderos donde se juega con las formas, colores, olores y sensaciones de los diferentes tipos de vegetación. Un recorrido donde los visitantes, gracias al arbolado característico y al más puro estilo de la filosofía oriental, van viajando por las diferentes etapas de la vida: infancia, juventud y madurez.
Especies únicas
Al final de uno de esos itinerarios, encontramos una gran sala de exposiciones, donde podemos contemplar más de 30 especies diferentes de bonsáis, algunos autóctonos y otros procedentes de China o Japón, como un arce japonés, un jazmín o un membrillero de China. Además, como curiosidad, hay que destacar que algunos de estos ejemplares fueron cedidos al Museo por el ex presidente del Gobierno, Felipe González, del que es conocida su afición a estos árboles en miniatura.
Entre las instalaciones, también encontramos un gran invernadero preparado con las condiciones atmosféricas adecuadas para las especies más sensibles y un pequeño "hospital" donde las personas que se hacen cargo del Museo: el Club de Amigos del Bonsái de Parla; recuperan y cuidan de más de 100 bonsáis y que podremos ver trabajar en directo.
Asimismo, el museo cuenta con una sala para exposiciones temporales que se celebran anualmente, como la anual de bonsáis con ejemplares nacionales e internacionales y que va ya por su vigésimo octava edición. O la de bonsáis de hoja caduca; única de estas características en nuestro país. Y salas para talleres, cursos, charlas para colegios, etc.
Algo más que bonsáis
Por otra parte, también celebran encuentros anuales sobre otro arte japonés: el suiseki. Piedras trabajadas a conciencia, que asemejan paisajes o formas relacionadas con la naturaleza y que son limpiadas, pulidas y mimadas por las personas aficionadas a este cometido, cuyos resultados también podremos contemplar si paseamos por el Museo.
Y si los niños acaban un poco cansados de la visita, ellos también tienen espacio dedicado a su recreo, con una gran plaza con diferentes juegos infantiles.