Victoria Carmona
Durante todo el año resulta fundamental cuidar de la piel, del cabello y de las uñas para lucirlos adecuadamente, pero en verano se hace más apremiante, ya que los efectos nocivos del sol se aprecian rápidamente y hay que ponerse manos a la obra para preservarlos adecuadamente.
Con el sol, el cabello se vuelve frágil, quebradizo y se presenta excesivamente seco o graso y se cae sin causa aparente. Las uñas se reblandecen y la piel se reseca y se escama. Y esto ocurre por el calor, pero también denota que hay una carencia natural en nuestra ...
Con el sol, el cabello se vuelve frágil, quebradizo y se presenta excesivamente seco o graso y se cae sin causa aparente. Las uñas se reblandecen y la piel se reseca y se escama. Y esto ocurre por el calor, pero también denota que hay una carencia natural en nuestra forma de alimentarnos que está perjudicando a estas zonas de nuestro cuerpo.
Mejorar la alimentación
Por ello, lo más importante para tener una piel tersa, un cabello sano y unas uñas fuertes es mejorar nuestra dieta, apostando por alimentos más sanos y equilibrados, comiendo de todo pero con moderación.
Pero si aun así no logramos nuestro objetivo, quizás ha llegado la hora de recurrir a complementos alimenticios que contengan una importante base natural de nutrientes. Sin duda no pueden faltar proteínas, ciertos minerales y proteínas.
Lo recomendable es no tomar por nuestra cuenta y riesgo estos productos, sino consultar a un profesional que nos pueda ayudar a elegir aquel producto que nos venga mejor. Y también es importante recordar que son complementos alimenticios que nunca van a sustituir una buena dieta mediterránea.
¿Qué nutrientes nos hacen falta?
Para lograr que nuestro cabello, piel y uñas aparezcan con un aspecto inmejorable; hay que tener en cuenta que en nuestra alimentación no pueden faltar los siguientes nutrientes:
- Proteínas: presente en alimentos como las carnes, los pescados, los huevos y los lácteos.
- Zinc: sin el que el crecimiento de uñas y cabellos es más lento. Se encuentra en ostras, nueces, huevos, almejas o atún.
- Hierro: con su falta, la piel, las mucosas y las uñas aparecen blanquecinas. Se encuentra en las vísceras, carnes, pescados, huevos, frutos secos, cereales integrales, legumbres y en verduras de hoja verde.
- Azufre: imprescindible en la síntesis de la queratina. Abunda en huevos, leche y derivados, y cereales integrales.
- Yodo: en pescados, mariscos y lácteos.
- Magnesio: eficaz en cabellos frágiles y calvicie prematura. Los alimentos con mayor contenido de magnesio son los frutos secos, los cereales integrales, las verduras de hoja verde, salvado, germen de trigo y aguacate.
- Calcio: proporciona buena consistencia al cabello. Las fuentes de este mineral son por excelencia: leches y derivados, aguas ricas en calcio y pescado.
No nos olvidemos de las vitaminas
Las vitaminas que necesitamos para que nuestra piel, uñas y cabellos se encuentren en su mejor momento son la A, la B y la E.
La A protege y regenera nuestra piel, previniendo las arrugas, la sequedad y el envejecimiento. Se puede encontrar en muchas frutas y verduras, huevos, leche entera, mantequilla, carne y pescados aceitosos de aguas saladas.
La B, por su parte, evitan la caída de cabello y ayudan a mantener el color. Presente en plátanos, huevos, harina de avena y arroz.
El antioxidante natural más potente es la vitamina E. Gracias a que nos protege de los radicales libres, retrasa el envejecimiento de las células y restaura la humedad de la piel y del cabello, y ayuda a fortalecer las uñas. Se encuentra en el aceite vegetal, las hortalizas de hoja verde como las espinacas y el brócoli, y en los frutos secos.
Otros alimentos que nos ayudan
Uno de los alimentos que más velan por la salud de nuestra piel, cabello y uñas es la levadura de cerveza. Rica en proteínas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas del grupo B, fuente de aminoácidos esenciales y bajo en grasas; incorporarlo en nuestra dieta es garantía de salud.
Tampoco hay que olvidar el germen del trigo, del que ya hemos hablado más arriba. Es la parte más nutritiva del grano que aporta al organismo vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de carbono, ácidos grasos esenciales, ácido fólico y fibra. El germen de trigo es además una fuente natural de vitamina E. Al ser, de la misma manera, rico en vitaminas del grupo B y minerales, es un tratamiento de belleza excepcional.
Por último recordar, que numerosas marcas presentan principios que reúnen complementos alimenticios para el cuidado de los elementos más sensibles de nuestro cuerpo.